lunes, 19 de marzo de 2012

El despertar, Alejandra Pizarnik.

                                                             A León Ostrov

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo

martes, 13 de marzo de 2012

Música, Ralph Waldo Emerson.

Donde yo quiera dejadme ir
y música celeste habré de oír:

Ella vibra en las cosas viejas
y en las cosas que nuevas son:
En todo lo limpio o impuro
repica alegre una canción.

No es sólo en los pájaros,
no es sólo en las rosas,
no sólo donde el iris ábrese
ni en la femenina garganta.

 En las más bajas y oscuras cosas
siempre, siempre hay algo que canta.

No en los cálices de las flores
ni en el dulce tono del pájaro
ni en el arco de siete colores,
ni sólo en las estrellas altas:

Hasta en el cieno y en la hez
siempre, siempre, hay algo que canta.

sábado, 10 de marzo de 2012

Cansa ser, duele sentir, pensar destruye..., Fernando Pessoa.

Cansa ser, duele sentir, pensar destruye.
Ajena a nosotros derrúmbase la hora,
dentro y fuera de nosotros, y todo en ella.
Inútilmente el alma llora.

¿De qué sirve? ¿Qué es lo que debe servir?
Pálido esbozo leve
del sol de invierno sonríe en mi cama...
Vago susurro breve.

De las vocecitas con que despierta la mañana,
de la fútil promesa del día,
muerta al nacer, en la esperanza absurda y lejana
en la que el alma confía.

(1921)

viernes, 2 de marzo de 2012

Llora en mi corazón..., Paul Verlaine.

                                        Llueve suavemente
                                             sobre la ciudad.
                                                   A. Rimbaud

Llora en mi corazón
Como llueve sobre la ciudad;
¿qué es esta languidez
que penetra mi corazón?

¡Oh, rumor dulce de la lluvia
en la tierra y los tejados!
Para un corazón que se aburre
¡oh, el canto de la lluvia!

Llora sin motivo
en este corazón que se desanima.
¿No hay traición?...
Este duelo es sin motivo.

¡Es la peor pena
no saber por qué
sin amor y sin odio
tiene mi corazón tanta pena!