lunes, 30 de diciembre de 2013

Los ángeles bailan entre la hierba..., Juan L. Ortiz

Los ángeles bailan entre la hierba.
Ondula un frío que relampaguea
y que cortaría la tarde.
La tarde dura como un diamante
que desvalora de pronto una nube efímera.

Los ángeles de Cocteau sentados en las cornisas
miraban caer la tarde con ojos violetas.

Es dura la vida. La vida es triste.
Como un mar la muerte viene del sur y anda en
    el sol.

Los ángeles bailan entre la hierba
y sonríen con una sonrisa filosa,
un poco lúgubre ¿cierto?
sí, lúgubre, y breve.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Coro 36º, Jack Kerouac.

Ninguna dirección
Ninguna dirección donde ir
Burroughs dice que es una nave
          de espacio-tiempo
Conectada con místicas
            y misterios
De según él majestades
          trascendentales,
Pulque manzanas silvestres verdes
           de sueño hipnótico
En una enredadera colgante Ecuad.
Burroughs dice, Tenemos destino,
El último de los Hombres Fáusticos.

              Ninguna dirección en el vacío
              Es la noticia del vacío
              En contacto con el vacío
              En todas partes el vacío

Ninguna dirección donde ir
                     (sino)
                              (a)dentro
Hm
      (desgarramiento del papel indica
      desvalidez de todos modos)

lunes, 16 de diciembre de 2013

Asilo de ancianos, W. H. Auden.

Todos poseen un límite: cada uno
Tiene un matiz de daño muy distinto. La élite
Es capaz de arreglarse por sí misma,
Caminar apoyada en un bastón,
Leer completo un libro, interpretar
Movimientos de fáciles sonatas.
(Pero acaso la libertad carnal
Es el veneno del espíritu:
Conscientes de lo que ha sucedido y el porqué
Abominan su tristeza sin lágrimas.)
Luego vienen los de silla de ruedas, el promedio
Que soporta la tele
Y guiado por amables terapeutas
Canta en comunidad.
Después los solitarios que musitan
Palabras en el limbo, y al final
Los que ya son del todo incompetentes
Y como una parodia de las plantas
(Ellas pueden sudar sin ensuciarse).
No obstante, hay algo que los une:
Todos aparecieron cuando el mundo,
A pesar de sus males,
Era más habitable y más vistoso
Y los viejos tenían auditorio
Y un lugar en la tierra.
(El niño reprendido por su madre
Podía refugiarse con la abuela para ser consolado
Y escuchar algún cuento.)
Hoy ya todos sabemos qué esperar,
Mas su generación es la primera
Que se ha desvanecido de este modo:
No en casa sino asignada a un pabellón, arrojada
Como se arrumban fardos indeseables.

Mientras voy en el Metro para estar
Media hora con una del asilo,
Recuerdo quién fue ella en su esplendor.
Entonces visitarla era un orgullo
Y no una caridad.
¿Seré tan frío como para esperar
Un somnífero rápido, indoloro;
O bien para rogar, como ella ruega,
Que Dios o la naturaleza precipiten
Su función terrenal?

domingo, 24 de noviembre de 2013

El hombre con la cara del Che, Washington Cucurto.

Él se tatuó al Che en el hombro
cuando nadie se tatuaba nada ni
siquiera todos conocían al Che.
Cuando eso ocurría, él se lo tatuó.
¿Por qué te has tatuado al Che?
le preguntaba mi abuela.
Eso hacen los hombres que salen de la cárcel,
decía ella.
“Y qué crees vos, madre, que es esta vida que vivimos
sino una gran cárcel”.
Cuando nadie se tatuaba nada, él
se tatuó al Che en el Hombro
siglos antes de que el Che fuera el Che;
un hombre hizo eso antes
de que todo esto sucediera.
Hoy, un día antes de navidad,
lo llamo para desearle felices fiestas.
Me atiende completamente borracho.
Feliz de escucharme y a la vez
me dice algo acerca de la nieve.
“Vos sos un simulacro en la nieve”.
Mi padre ha vuelto a la bebida.


Regresó a ella.
“¡Qué lindos están tus hijos, hermano!”
Mi padre me dice, “hermano”.
Papá, mañana es navidad.
“Estoy arrepentido de haberme
tatuado la cara del Che en el Hombro.
Arrepentido de todo y tambíén del Che”.
Su Che, nuestro Che del Hombro de nuestra
Infancia.
“El Che envejeció en mi hombro más que yo”,
me dice.
Mi padre ha vuelto a la bebida.
Mi padre se cae al Hombro.
“No te olvides de mí, hermano”, me dice.
Eso nunca, contesté, y bajé el teléfono.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Ni razón ni palabra, Edgar Bayley.

cada noche los sueños inmolan tu pena y tu culpa
de frente al olvido
a la pregunta y la canción inexcusable

es necesario empaparse herirse hundirse
buscar el estallido hasta decir: perdón no soy el mismo
pero el fuego desgrana tus razones de tierra
debes perder la luz plena
los motivos de la victoria
agrio pesado cruel
la ciudad te vuelca te vacía
corazón vacío
miseria burbujeante

no es preciso razón ni palabra
para este airado hogar
que nadie después sume su nieve o su festejo
despierto queda allí en su momento
en cambio y permanencia
en nube recia
en la libre mano
y el cabalgar del sueño

martes, 19 de noviembre de 2013

Ya no hay lugar para la frivolidad, Alfredo Veiravé.

Todos poseen un límite; las lecturas en el jardín
absorben el deseo de las plantas húmedas y el mundo 
                                                                           /visionario
habla allí únicamente con algunos seres animados de 
                                                  /ojos abiertos y profundos.
(Entre los helechos y los tiernos animales inocentes el 
                                                                       /espacio pasa
como un equilibrista que abre su sombrilla para no caer
                                                               /en el vacío.) Hay
diferentes formas de fracaso cuando el trapecista joven
                                                                    /sufre el miedo
en las cárceles de la pesadilla,
aunque en el fondo sabe que los victimarios y los
                                                                       /torturadores
se juntan en el infierno de la historia, y que las hojas
                                                                 /caen sobre ellos
para convertirlos en tierra deleznable. Por eso canta
                                                                      /ahora y mira
solamente hacia delante / no dará explicaciones de la
                                                           /vida: el cuerpo sabe
esquivar los dardos venenosos del rencor, quizás, una
                                                      /forma cerrada del amor
que no fue correspondido. A veces los límites se abren y
                                                             /comienza el vuelo;
entonces, ya no hay espacio para las frivolidades como
                                                                                  /saben
los que vuelven de la guerra, o del errático exilio (del
                                                                               /poema).

domingo, 20 de octubre de 2013

Letanías, John Ashbery.

I
Los objetos también son importantes.
No todo el tiempo lo son.
Pueden fruncir el ceño,
y hasta perdonar, de alguna manera.

Me preguntan qué hago aquí.
¿Esperan que lea esto realmente?
Si es así, tengo una sorpresa para ustedes.
Voy a leérselo a todos. 

II
La primavera es la más importante de las estaciones.
Está aquí aun cuando no está aquí.
Todas las otras estaciones son una excusa para ella.
Primavera, ociosa primavera,
sos una pobre excusa paar el verano.
¿Te han dicho dónde te extraviaron,
en qué arteria que atraviesa la ciudad
veloz, muy veloz como el aliento?

III
Es importante ser mostrado
en una forma artificiosa. Otros intentarán
ofrecerte algo no lo aceptes bajo
ningún concepto. Reflejado en la vidriera
de una farmacia uno se da cuenta
de la distancia que ha recorrido.
Déjense saborear por otros.
Duerman felices;
el viento está allí.
Pasen. Los estábamos esperando.

domingo, 13 de octubre de 2013

El ápice, Jorge Luis Borges.

No te habrá de salvar lo que dejaron
escrito aquellos que tu miedo implora;
no eres los otros y te ves ahora
centro del laberinto que tramaron

tus pasos. No te salva la agonía
de Jesús o de Sócrates ni el fuerte
Siddharta de oro que aceptó la muerte
en un jardín, al declinar el día.

Polvo también es la palabra escrita
por tu mano o el verbo pronunciado
por tu boca. No hay lástima en el Hado
 
y la noche de Dios es infinita.
Tu materia es el tiempo, el incesante
tiempo. Eres cada solitario instante.

sábado, 24 de agosto de 2013

Fragmentos de un evangelio apócrifo, Jorge Luis Borges.

3. Desdichado el pobre de espíritu, porque bajo la tierra será lo que ahora es en la tierra.
4. Desdichado el que llora, porque ya tiene el hábito miserable del llanto.
5. Dichosos los que saben que el sufrimiento no es una corona de gloria.
6. No basta ser el último para ser alguna vez el primero.
7. Feliz el que no insiste en tener razón, porque nadie la tiene o todos la tienen.
8. Feliz el que perdona a los otros y el que se perdona a sí mismo.
9. Bienaventurados los mansos, porque no condescienden a la discordia.
10. Bienaventurados los que no tiene hambre de justicia, porque saben que nuestra suerte, adversa o piadosa, es obra del azar, que es inescrutable.
11. Bienaventurados los misericordiosos, porque su dicha está en el ejercicio de la misericordia y no en la esperanza de un premio.
12. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ven a Dios.
13. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque les importa más la justicia que su destino humano.
14. Nadie es la sal de la tierra; nadie, en algún momento de su vida, no lo es.
15. Que la luz de una lámpara se encienda, aunque ningún hombre la vea. Dios la verá.
16. No hay mandamiento que no pueda ser infringido, y también los que digo y los que los profetas dijeron.
17. El que matare por la causa de la justicia, o por la causa que él cree justa, no tiene culpa.
18. Los actos de los hombres no merecen ni el fuego ni los cielos.
19. No odies a tu enemigo, porque si lo haces, eres de algún modo su esclavo. Tu odio nunca será mejor que tu paz.
20. Si te ofendiere tu mano derecha, perdónala; eres tu cuerpo y eres tu alma y es arduo, o imposible, fijar la frontera que los divide.
24. No exageres el culto de la verdad: no hay hombre que al cabo de un día, no haya mentido con razón muchas veces.
25. No jures, porque todo juramento es un énfasis.
26. Resiste al mal, pero sin asombro y sin ira. A quien te hiere en la mejilla derecha, puedes volverle la otra, siempre que no te mueva el temor.
27. Yo no hablo de venganzas ni de perdones; el olvido es la única venganza y el único perdón.
28. Hacer el bien a tu enemigo puede ser obra de justicia y no es arduo; amarlo, tarea de ángeles y no de hombres.
29. Hacer el bien a tu enemigo es el mejor modo de complacer tu vanidad.
30. No acumules oro en la tierra, porque el oro es padre del ocio, y éste, de la tristeza y del tedio.
31. Piensa que los otros son justos o lo serán, y si no es así, no es tuyo el error.
32. Dios es más generoso que los hombres y los medirá con otra medida.
33. Da lo santo a los perros, echa tus perlas a los puercos; lo que importa es dar.
34. Busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar...
39. La puerta es la que elige, no el hombre.
40. No juzgues al árbol por sus frutos ni al hombre por sus obras; pueden ser peores o mejores.
41. Nada se edifica sobre la piedra, todo sobre la arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena...
47. Feliz el pobre sin amargura o el rico sin soberbia.
48. Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo la derrota o las palmas.
49. Felices los que guardan en la memoria palabras de Virgilio o de Cristo, porque éstas darán luz a sus días.
50. Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.
51. Felices los felices.

jueves, 22 de agosto de 2013

No son temas de poesía, Fogwill.

El correo. El orden de la mesa.
Los ciclos personales y naturales.
La buena suerte, las desgracias,
adelgazar, fumar, mirar televisión,
las vacaciones y la hacienda
y las cosechas genéticamente modificadas
no son temas de la poesía.

Tampoco Dios, los dioses,
y lo sublime inalcanzable
caben en la poesía.

El tema y los motivos
serían la división del mundo en temas y motivos
y lo que queda ahí, sin ellos,
en el centro, sin hombres.
 

domingo, 4 de agosto de 2013

El sobreviviente, Carlos Drummond de Andrade.

Imposible componer un poema a esta altura de la evolución de la humanidad.
Imposible escribir un poema -aunque sea siquiera una línea- de verdadera poesía.
El último trovador murió en 1914.
Tenía un nombre del que ya nadie se acuerda.


Hay máquinas terriblemente complicadas para las necesidades más simples.
Si quiere fumar un cigarro aprieta un botón.
Los sacos se abotonan eléctricamente.
El amor se hace por comunicación sin hilos.
No se necesita el estómago para la digestión.

     Un sabio declaró a O Jornal que todavía falta mucho
     para que alcancemos un nivel cultural razonable. 

     Para entonces, felizmente, estaré muerto.

Los hombres no han mejorado

y se matan como chinches.
Los heroicas chinches renacen.
Inhabitable, el mundo está cada día más habitado.
Y si los ojos reaprendieren a llorar vendría un segundo diluvio.

(Sospecho que escribí un poema).


                                                                                                     Alguna poesía.

lunes, 29 de julio de 2013

Última muralla contra el liberalismo, Michel Houellebecq.

Nosotros rechazamos la ideología liberal porque ésta es incapaz 
de proporcionar un sentido, una vía para la reconciliación del 
individuo con su semejante en el seno de una comunidad que 
pueda ser calificada de humana,
Y, por otra parte, el fin que se propone incluso es del todo 

distinto.

Nosotros rechazamos la ideología liberal en nombre de la 

encíclica de León XIII sobre la misión social del Evangelio y 
con el mismo espíritu con el que los antiguos profetas 
invocaban la ruina y la maldición sobre Jerusalén,
Y Jerusalén cayó, y no tardó menos de cuatro mil años en 

volver a levantarse.

Es algo probado, e indiscutible, que todo proyecto humano se 

ve evaluado, cada vez más, en función de criterios puramente 
económicos,
De criterios absolutamente numéricos,
Memorizables en archivos informáticos.
Esto no es aceptable y nosotros debemos luchar para que se ponga 

a la economía bajo tutela y para que ésta se someta a ciertos 
criterios que me atrevería a llamar éticos,
Y es que cuando se despide a tres mil personas y oigo chalanear 

sobre el coste social de la operación me entran unas ganas locas 
de estrangular a media docena de consejeros auditores,
Lo que constituiría una excelente operación,
Una depuración absolutamente benéfica,
Una operación prácticamente higiénica.

Confíen en la iniciativa individual, eso es lo que ellos repiten 

por todas partes, lo que por todas partes van repitiendo como 
esos viejos despertadores cuyo uniforme tictac bastaba 
generalmente para sumirnos en un insomnio fatigante y 
definitivo,
A eso, yo sólo puedo responder una cosa, que surge de una 

experiencia a la vez desconsoladora y repetitiva,
Y ésta es que el individuo, me refiero al individuo humano, es 

muy por lo general un animalejo a la vez cruel y miserable,
Y que sería completamente inútil confiar en él a menos que se 

viese rechazado, encerrado y mantenido dentro de los 
principios rigurosos de una moral inexpugnable,
Cosa que no sucede.

En una ideología liberal, se entiende.

miércoles, 17 de julio de 2013

Versión (de Sentimiento de Sí), Rodolfo Fogwill.

Voz que creada de sí, gritando a nada
vuelves a aparecer intercalada
aquí en mi voz grabando tu cadencia:
eco que canta donde me silencia.
Eco que me silencia y me revela.
Eco que es yo, que fuí y que me desvela
habitándome aún con oraciones
que forman mi razón: sus omisiones.
Misión de oír y de escuchar latidos
de tantos muertos que en la voz habitan
(Se repiten en mí cuando los mido
midiendo estas palabras que los citan).
Yo estoy entero aquí, pero partiendo
frases que me dividen y no entiendo.

jueves, 11 de julio de 2013

El corazón que ríe, Charles Bukowski.

tu vida es tu vida
no dejes que sea apaleada hasta una húmeda sumisión
estate alerta.
hay salidas.
hay una luz en alguna parte.
puede que no sea mucha luz pero
golpea la oscuridad.
estate alerta.
los dioses te van a ofrecer oportunidades.
conocelas.
tomalas.
no podés vencer a la muerte pero
podés vencer a la muerte en vida, a veces.
y cuanto más aprendas a hacerlo,
más luz va a haber.
tu vida es tu vida.
conocéla mientras aún la tengas.
sos una maravilla
los dioses esperan para deleitarse
con vos.

martes, 2 de julio de 2013

Tal vez nos vamos de nosotros mismo, pero queda casi siempre una puerta mal cerrada, Luis García Montero.

Cuando cierro la puerta de mi casa
suelen los escalones llenárseme de dudas.
Es posible, tal vez
la luz trabajadora del despacho
se ha quedado encendida,
no sé si corté el agua
y además me parece
que no le di dos vueltas a la llave.

Es como cuando salgo de alguna discusión
y el ascensor se cubre de verdades no dichas.
Van conmigo respuestas decisivas.
Más tarde siento miedo
de aquellos dos minutos de intemperie.
Yo levanté la voz, los demás se callaron
y se rompió la copa.


Es como cuando salgo de una fiesta
y me asalta el temor
de que alguien se haya molestado.
¿Me despedí de ella? ¿Debería
acordarme de él?
¿Entendieron la broma
y la doble intención de mis palabras?
¿Ha llegado a saberse
la pequeña mentira del viernes por la tarde?


Es como cuando salgo de mí mismo,
después de haber nadado entre dos aguas
incluso en la bañera.
Dejo la ropa sucia a los pies de la silla,
una cama deshecha,
los platos sin lavar,
toallas en el suelo, y en el cuarto de baño
un espejo con niebla
donde está todavía
el desnudo sin piel del impostor
que ahora sale a la calle,
y saluda a los otros,
y atiende a quien le llama por su nombre.

Todo es raro y difícil
como sentirse Luis, como vivir en el segundo
izquierda de la noche,
ser español o estar enamorado.


Tal vez nos vamos de nosotros mismos.
Pero queda una luz, un grifo abierto,
la sombra de una puerta mal cerrada.

domingo, 23 de junio de 2013

Vivir de cubos de basura, Charles Bukowski.

el viento sopla fuerte esta noche 
y es un viento frío
y pienso en los chicos
de la calle.
espero que algunos tengan
una botella de tinto.

cuando estás en la calle
es cuando te das cuenta de que
todo
tiene dueño
y de que hay cerrojos en
todo.
así es como funciona la democracia:
coges lo que puedes,
intentas conservarlo
y añadir algo
si es posible.

así es también como funciona

la dictadura
sólo que una esclaviza y

la otra destruye a sus
desheredados.


nosotros simplemente nos olvidamos
de los nuestros.

en cualquier caso
es un viento
fuerte

y frío.

miércoles, 19 de junio de 2013

Opiniones, Juan Gelman.

Un hombre deseaba violentamente a una mujer,
a unas cuantas personas no les parecía bien,
un hombre deseaba locamente volar,
a unas cuantas personas les parecía mal,
un hombre deseaba ardientemente la Revolución
y contra la opinión de la gendarmería
trepó sobre muros secos de lo debido,
abrió el pecho y sacándose
los alrededores de su corazón,
agitaba violentamente a una mujer,
volaba locamente por el techo del mundo
y los pueblos ardían, las banderas.

sábado, 25 de mayo de 2013

Mi memoria (nadando en el sueño), Lucio Mantel.

Mi memoria está
nadando en el sueño que la hizo escombros.
Teme al encontrar fundidas las formas que cuentan su historia


La luz entró en el cristal,
se enraman los rayos
los ojos no saben ya
donde encontrar
colores para pintar tu cara


Mi memoria fue
un cofre brillante guardando mi tiempo
pero se perdió
en un laberinto de celdas y hierros


Calma, amor.
Yo te abriré cada compuerta que te separe de mí,
y ya tendré las letras para escribir tu nombre


Tan especial es este silencio,
tan especial…
No puedo desenredar la línea de tiempo
ni puedo entender
si un día me atravesó una verdad,
si pude conocer otro lugar


Mi memoria está
buceando en el sueño que la hizo polvo.

lunes, 13 de mayo de 2013

No vayas amablemente hacia esa suave noche, Dylan Thomas.

No vayas amablemente hacia esa suave noche,
la vejez debería arder en gritos al final del día
y rabiar, rabiar ante la luz que muere.

Por más que los sabios acepten que su final sea oscuro
porque sus palabras no atraparon ningún brillo,
no van amablemente hacia esa suave noche.

Buenos hombres que lamentan, caída la última ola,
que sus frágiles actos no hayan bailado con brillo en las bahías,
rabien, rabien ante la luz que muere.

Hombres salvajes que cantaron para atrapar el sol
en su arco, y que aprendieron, muy tarde, a llorar su partida,
no vayan amablemente hacia esa suave noche.

Hombres graves que agonizan y ven con la vista nublada
que sus ojos ciegos podrían brillar como meteoros y ser alegres,
rabien, rabien ante la luz que muere.

Y vos, padre mío, ahí en la triste altura,
maldecime, te ruego, bendecime, con tus fieras lágrimas.
No vayas amablemente hacia esa suave noche.
Rabiá, rabiá ante la luz que muere.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Sindicalismo, Fabián Casas.

No te dejes engañar
por el papel brilloso de los chocolates
ni la vista iluminada de la ciudad cuando oscurece.
No te distraigas
con los que se fotografían en familia,
alzan trofeos,
o se muestran seguros
en las revistas de mucho tiraje.
Que tu corazón esté
con los que viven solos,
los que saben que un par de tragos
jamás abolirán el azar
y por eso forman parte de ese estúpido club.

domingo, 5 de mayo de 2013

El poeta y los signos, Francisco Ruiz Udiel.

         A Álvaro Urtecho

Uno deja de reconocer
al hombre en las palabras,
aquellas palabras que un día se levantaron
tras el peso de las piedras.

Las palabras desprenden signos
que el hombre cierne
sobre la persistente luz,
sobre la melodía que desiste en la hierba.

El olvido se filtra en cada signo,
y ese balbuceo final
—inaudible para todos—
son palabras que el hombre devuelve al mundo;
palabras que le fueron dadas al nacer,
convertidas ya en puentes, cavernas,
en hilos de arena y humo.

Algún día las palabras volverán a ser hombres,
otra vez puentes,
huellas contra el temblor de la vida,
túneles hacia la libertad.

sábado, 27 de abril de 2013

Ultimátum a un joven poeta, Mario Trejo.

Que el pan sea pan y mar el mar
Basta de conjeturas
Murciélagos lunares o roedores de orquídeas
Toda palabra tiene precio
Las palabras que atacan como rayos o víboras
Y también madre
Amigo
Y alcohol y cama y mesa
Y el hijo concebido a dulces empujones
Y los hongos que provocan destellos de amor
O resplandores de muerte
Y el poeta que cae bajo las balas
Como un sol que la noche acribilla

Que el pan sea pan y mar el mar
el agua eterna
Pero la sed eterna
Para poder decir al fin:
He hallado un pan junto al mar
Los buitres sobrevolaban mi amor
He mordido una orquídea

Los buitres disputaban un cuerpo querido
He guiado camiones y dormido en aserraderos
Los buitres devoraban a mi amada
Viajé de noche sobre la arena caliente
Invoqué los nombres secretos
Conjuré un maleficio
Contuve una catástrofe
Conduje un águila a su nido
He muerto con mis muertos y estoy vivo
Cuando llegué a la ciudad
Un loco vagaba por las calles
En su mirada había un cuchillo
Le di mi mano
Lo miré
Le hablé y mi voz duró entre los astros
Éramos sólo dos sobre la tierra
Pero éramos dos sobre la tierra

La soledad se hizo añicos
La poesía palabras

sábado, 20 de abril de 2013

Arte poética, Paul Verlaine.

A Charles Morice

¡La música ante todo!
Y para ello preferirás lo Impar,
más vago, más soluble,
sin nada impostado que le pese.

Tampoco elijas tus palabras
sin dejar alguna imprecisión:
nada más caro que la canción gris
en que se unen lo Preciso y lo Incierto.

Son ojos bellos detrás de un velo,
es la luz temblorosa al mediodía,
es, en el cielo tibio del otoño,
¡el desorden azul de las claras estrellas!

Pero también queremos el Matiz,
¡Oh, no el Color, sino sólo el matiz!
Sólo el matiz ennovia las palabras,
¡el sueño con el sueño, la flauta con el corno!

Huye lejos, muy lejos de la Burla asesina,
del Ingenio malvado y de la Risa impura.
¡Son los que hacen llorar los ojos del Azur,
huye del condimento de la baja cocina!

¡Atrapa a la elocuencia y retuércele el cuello!
Y también será bueno, hablando de energía,
que hagas a la Rima un poco más sensata.
¿Adónde llegaría si no la vigilamos?

¡Oh, errores de la Rima!
¿Qué niño sordo, qué esclavo loco
nos ha forjado esta joya barata,
que suena a hueco y falso si la tocas?

¡La música otra vez, música para siempre!
Que tu verso sea aquello que ha volado,
que se sienta escapado de un alma fugitiva
hacia otros cielos, hacia nuevos amores.

Sea tu verso la buenaventura
lanzada al viento crispado de la mañana
que roza la menta y el tomillo...
Y todo lo demás: sólo literatura.

viernes, 12 de abril de 2013

Siempre la poesía, Juan Gelman.

                                 a juan carlos onetti

la poesía debe ser hecha por todos y no por uno/dijo/
esas cosas solamente las puede decir un francés/rengo/
que nadie sabe qué hizo en la comuna de parís/
nadie sabe si se murió o no pudo/


todos se acuerdan de cuando tocaba el piano hasta altas horas 

    de la almita/
molestando a los vecinos que después tenían que ir a trabajar/
y se iban de la pensión mal dormidos/
pensando en la madre del pianoeta o poenista/


hablando pestes de ella cada vez que tropezaban con las piedras
o los fríos de las calles de parís/lo peor

es que tenían un acorde en la cabeza y no se lo podían sacar/
se la pasaban fundiendo hierro/soplando vidrio/y no 


se podían sacar el acorde del rengo/
el rengo les había hecho un acorde en la cabeza
y por allí pasaban furias/mañanitas/agüeros/
una vez a un ferroviario le pasó un pajarito por ahí/


el pajarito volaba al futuro/

con un papelito que decía futuro en el pico/
la cuestión es que los vecinos del rengo
tenían cara de piano en la mitad del atardecer/


caían músicas de ellos/

o teclas de oro donde empezaba el horizonte/
una mujer bellísima cantaba en la cabeza 

de los vecinos del rengo/que en realidad no era francés/

más bien era uruguayo/
solamente a un uruguayo se le puede ocurrir que la poesía 

debe ser hecha por todos y no por uno/
que es como decir que la tierra es de todos y no solamente

   de uno/

que el sol no es de uno/
que el amor es de todos y de nadie/
como el aire/y la muerte es de todos/y la vida
no tiene dueño conocido/

vos no eras rengo/lautréamont/
lo que pasó es que dejaste uruguay/
se te cayó un pedazo que
toca el piano y no deja dormir/

jueves, 4 de abril de 2013

Olvido, Octavio Paz.

Cierra los ojos y a oscuras piérdete
bajo el follaje rojo de tus párpados.
Húndete en esas espirales
del sonido que zumba y cae
y suena allí, remoto,
hacia el sitio del tímpano,
como una catarata ensordecida.

Hunde tu ser a oscuras,
anégate la piel,
y más, en tus entrañas;
que te deslumbre y ciegue
el hueso, lívida centella,
y entre simas y golfos de tiniebla
abra su azul penacho al fuego fatuo.

En esa sombra líquida del sueño
moja tu desnudez;
abandona tu forma, espuma
que no sabe quien dejó en la orilla;
piérdete en ti, infinita,
en tu infinito ser,
ser que se pierde en otro mar:
olvídate y olvídame.

En ese olvido sin edad ni fondo,
labios, besos, amor, todo renace:
las estrellas son hijas de la noche.

martes, 26 de marzo de 2013

462-0614, Charles Bukowski.

tengo muchas llamadas ahora.
son todas como
"¿sos charles bukowski,
el escritor?"
"si", les digo
y me dicen que entienden
lo que escribo,
y algunos son escritores
o quieren serlo
y tienen trabajos tontos y horribles
y no pueden enfrentar la habitación,
el departamento
las paredes
esa noche-
Buscan alguien con quien
hablar,
y no creen que
yo no puedo ayudarlos
que no conozco las palabras.
no pueden creer
que a menudo ahora
me doblo en mi habitación
agarrándome la panza y digo
"jesús jesús jesús, ¡no de nuevo!".
no pueden creer
que la gente sin amor
las calles
la soledad
las paredes
son mías también.
y cuando cuelgo
piensan que me guardé
mi secreto.


yo no escribo desde
el conocimiento.

cuando suena el teléfono
a mi también me gustaría escuchar las palabras
que pudieran aliviar
un poco ésto.


Por esa razón mi número
figura en la guía.

sábado, 16 de marzo de 2013

Los hombres que se vuelven, Eugenio Montale.

Probablemente
no eres más la que fuiste
y es justo que así sea.
El papel de lija ha raspado a fondo
y sobre nosotros todas las líneas se esfuman.
Sin embargo algo fue escrito
en las hojas de nuestra vida.
Ponerlas a contraluz es agigantar ese signo,
hacer un jeroglífico más grande que la diadema
que te deslumbraba.
No aparecerás más en la portezuela
del aliscafo, o emergiendo del fondo de algas,
nadadora en fangosos ríos
para dar un sentido a la nada. Descenderás
por las escaleras mecánicas de los templos de Mercurio
entre cadáveres enmascarados,
tú la sola viviente,
y sin preguntarme
si fue engaño, fue elección, fue comunicación,
y quién de nosotros era el centro
al que en las ferias se dispara con el arco.
Ni siquiera me lo pregunto. Soy aquel
que por un instante entrevió, y eso basta
al que camina entre columnas como ahora
nos ocurre si estamos aún con vida. Resbalamos.



lunes, 4 de marzo de 2013

Una vez dormi en casa de mi madre, Carmen Iriondo.

Claro azul era la tapa del libro que me diste
para que pronto durmiera sin pensamientos
sobre lo malo que era mirarte. Era de duras
tapas con lomo de cuero crudo desgajado.


El título en oro una sola palabra: ¿Extorsión?
¿Piedad? ¿Angustia? ¿Inevitable? ¿Culpable?
Comunes lugares para entrampar a las niñas.


No pude pestañear esa noche y el sol
me saludó con colores hepáticos entre letras.
Mareada por tu vino y ese maldito libro,
estrago de la ausencia ese olor a limón.


Trataba sobre dos padres con un hijo distinto
al que empujaban, sin decir quién o cuál,
escaleras abajo por el juramento cómplice.
Nadie había sido.


Vienen a buscarme.

viernes, 22 de febrero de 2013

27, Arturo Carrera.

En este viaje de regreso a
Buenos Aires,


llevo en un cofrecito aquellas cenizas.


Yo también quemé mis naves.
Llevo en estas carbonillas formas
y el cielo gris plomo, y la carita de amigos,
chicos de mi infancia.


¿Vuelvo adonde? ¿Qué dejé?
¿Qué llevo, confiado,
ahora?  
¿Quién dijo, otra vez,
quemémoslos?

viernes, 8 de febrero de 2013

Reflex, Luis Alberto Spinetta.

por un lado, el deseo arbitrario e incomparable de poblar la oscuridad 
casi sin recuerdo 
alguno.
poblar la soledad del alma, a lo que a veces se recurre al navegar la vida, 
llenándola con algo que no puede ser comprendido.
en sí, el alma, para no degradarse, no aparece 
(en el supuesto de poder ser comprendida).
ningún alma merece el castigo de la comprensión

manera de lanzarse,
vuelta,
y otra vez
tiene que lanzarse,
tiene que interpretar la pasión,
la pasión,
invertebrada,
la pasión.

lunes, 28 de enero de 2013

Solo de piano, Nicanor Parra.


Ya que la vida del hombre no es sino una acción a distancia,
Un poco de espuma que brilla en el interior de un vaso;
Ya que los árboles no son sino muebles que se agitan:
No son sino sillas y mesas en movimiento perpetuo;
Ya que nosotros mismos no somos más que seres
(Como el dios mismo no es otra cosa que dios)
Ya que no hablamos para ser escuchados
Sino que para que los demás hablen
Y el eco es anterior a las voces que lo producen,
Ya que ni siquiera tenemos el consuelo de un caos
En el jardín que bosteza y que se llena de aire,
Un rompecabezas que es preciso resolver antes de morir
Para poder resucitar después tranquilamente
Cuando se ha usado en exceso de la mujer;
Ya que también existe un cielo en el infierno,
Dejad que yo también haga algunas cosas:

Yo quiero hacer un ruido con los pies
Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo.

sábado, 19 de enero de 2013

La poesía, Octavio Paz.

A Luis Cernuda
Llegas, silenciosa, secreta,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una avidez sombría.

El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente
contra invisibles huestes.

Verdad abrasadora,
¿A qué me empujas?
No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que sólo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma
mas hace arder todas las formas.

Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea.
Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,
aquello que no cede
a tu espada frenética.
Ya sólo tú me habitas,
tú, sin nombre, furiosa substancia,
avidez subterránea, delirante.

Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,
hielas mi frente,
abres mis ojos.

Percibo el mundo y te toco,
substancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.

Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
ardiente balbuceo,
aguas que anega un agua más oculta y densa.
En su húmeda tiniebla vida y muerte,
quietud y movimiento, son lo mismo.

Insiste, vencedora,
porque tan sólo existo porque existes,
y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan sólo tu existencia
y tus secretas sílabas, palabra
impalpable y despótica,
substancia de mi alma.

Eres tan sólo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donde pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye,
con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma
ni se demora sobre lo que engendra.

Llévame, solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con aceite,
para que al conocerte me conozca.

sábado, 12 de enero de 2013

Paisaje urbano, Joaquin Giannuzzi.



Con mis piernas surcadas
por una especie de fracaso placentero
y una perspectiva de huesos lentos,
desde la ventana del bar contemplo esta furiosa esquina
donde los átomos se han enloquecido
y se cruzan interminables ríos de motores.
He aquí el mundo
componiendo una música tan excesivamente humana
que un accidente no modificaría la situación.
Yo bebo una cerveza y me pregunto
si valía la pena, si necesitábamos este tumulto,
si este vértigo de la materia triturada es digno de nuestra fe.
Me pregunto también
si está incubando un orden distinto, una desconocida naturaleza,
donde puedan instalarse los jardines
que giran prisioneros por mi cerebro irritado.

viernes, 4 de enero de 2013

A mitad de la noche, Fabián Casas.

Me levanto a mitad de la noche con mucha sed.
Mi viejo duerme, mis hermanos duermen.
Estoy desnudo en el medio del patio
y tengo la sensación de que las cosas no me reconocen.
Parece que detrás de mí nada hubiese concluido.
Pero estoy otra vez en el lugar donde nací.
El viaje del Salmón
en una época dura.
Pienso esto y abro la heladera:
un poco de luz desde las cosas
que se mantienen frías.