jueves, 27 de diciembre de 2012

Un don, Denise Levertov.

Justo cuando te parece que sos
nada más que una red endeble
de preguntas, te son dadas
las preguntas de los otros para sostener
en el vacío de tus manos,
huevos de pájaro cantor que aún pueden incubarse
si les das abrigo,
mariposas que abren y cierran
en el hueco de tus palmas, confiando en que no harás
daño a su piel centelleante, a su polvo.
Las preguntas de los otros te son dadas
como si fuesen respuestas
a todo lo que preguntas. Sí, tal vez,
tu respuesta sea este don.

martes, 18 de diciembre de 2012

Los detectives, Roberto Bolaño.

Soñé con detectives perdidos en la ciudad oscura.
Oí sus gemidos, sus náuseas, la delicadeza
De sus fugas.
Soñé con dos pintores que aún no tenían
40 años cuando Colón
Descubrió América.
(Uno clásico, intemporal, el otro
Moderno siempre,
Como la mierda.)
Soñé con una huella luminosa,
La senda de las serpientes
Recorrida una y otra vez
Por detectives
Absolutamente desesperados.
Soñé con un caso difícil,
Vi los pasillos llenos de policías,
Vi los cuestionarios que nadie resuelve,
Los archivos ignominiosos,
Y luego vi al detective
Volver al lugar del crimen
Solo y tranquilo
Como en las peores pesadillas,
Lo vi sentarse en el suelo y fumar
En un dormitorio con sangre seca
Mientras las agujas del reloj
Viajaban encogidas por la noche
Interminable.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Palabras celestes, Allen Ginsberg.

El alba encandila el ojo
Sirenas rasgan el cielo
Cláxones de los taxis retumban en la calle
Bocinas rotas de coches balan balan balan

El cielo está cubierto de palabras
El día está cubierto de palabras
La noche está cubierta de palabras
Dios está cubierto de palabras

La conciencia cubierta de palabras
La mente está cubierta de palabras
Vida y muerte son palabras
Las palabras están cubiertas de palabras

Los amantes están cubiertos de palabras
Los asesinos están cubiertos de palabras
Los espías están cubiertos de palabras
Los gobiernos cubiertos de palabras

Gas mostaza cubierto de palabras
Bombas de Hidrógeno cubiertas de palabras
«Noticias» del mundo son palabras
Las guerras están cubiertas de palabras

Policía secreta cubierta de palabras
Hambre cubierto de palabras
Huesos de madres cubiertos de palabras
Niños esqueléticos hechos de palabras

Los ejércitos están cubiertos de palabras
Dinero cubierto de palabras
Altas Finanzas cubiertas de palabras
Junglas de pobreza cubiertas de palabras

Sillas eléctricas cubiertas de palabras
La multitud que grita está cubiertas de palabras
Radios tiranas cubiertas de palabras
El Infierno televisado, cubierto de palabras

                                              23/3/97,5 a.m.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Amantes, Alejandra Pizarnik.

una flor
           no lejos de la noche
           mi cuerpo mudo
     se abre
a la delicada urgencia del rocío

domingo, 2 de diciembre de 2012

Robert Fulton Tanner, Edgar Lee Masters.

Si un hombre pudiera morder la mano gigantesca
que lo atrapa y lo destruye,
así como una rata
me mordió aquel día en mi negocio
mientras demostraba el uso de mi trampa patentada...
Pero un hombre nunca puede vengarse
del ogro monstruoso que es la Vida.
Uno entra en el cuarto, o sea, uno nace,
y entonces tiene que vivir; agotar la vida.
¡Ahá! el cebo que uno ansía está a la vista:
una mujer de dinero con quien casarse,
prestigio, posición, o poder en el mundo.
Pero hay trabajo que hacer y cosas que dominar;
sí, los alambres que resguardan el cebo.
Y uno llega, al fin; pero se escucha un paso:
el ogro, la Vida, entra en el cuarto
(estaba esperando y ha oído el golpe del resorte)
para vernos mordisquear el queso admirable,
y clavar sus ojos ardientes en nosotros,
y fruncir el ceño y reír, y burlarse y maldecirnos,
mientras corremos de acá para allá en la trampa,
hasta que nuestra miseria lo aburre.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Por alguna razón, Joaquín Giannuzzi.

Compré café, cigarrillos, fósforos.
Fumé, bebí
y fiel a mi retórica particular
puse los pies sobre la mesa.
Cincuenta años y una certeza de condenado.
Como casi todo el mundo fracasé sin hacer ruido;
bostezando al caer la noche murmuré mis decepciones,
escupí sobre mi sombra antes de ir a la cama.
Esta fue toda la respuesta que pude ofrecer a un mundo
que reclamaba de mí un estilo que posiblemente 
no me correspondía.
O puede ser que se trate de otra cosa. Quizás
hubo un proyecto distinto para mí
en alguna probable lotería
y mi número se perdió.
Quizá nadie resuelva un destino estrictamente privado.
Quizás la marea histórica lo resuelva por uno y por todos.
Me queda esto.
Una porción de vida que me cansó de antemano,
un poema paralizado en mitad de camino
hacia una conclusión desconocida;
un resto de café en la taza
que por alguna razón
nunca me atreví a apurar hasta el fondo.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Melancolía, Charles Bukowski.

la historia de la melancolía
nos incluye a todos.
me retuerzo entre las sábanas sucias
mientras fijo mi mirada
en las paredes azules
y nada.
me he acostumbrado tanto a la melancolía
que
la saludo como a una vieja
amiga.
ahora tendré 15 minutos de aflicción
por la pelirroja que se fue,
se lo diré a los dioses.
me siento realmente mal
realmente triste
entonces me levanto
PURIFICADO
aunque no haya resuelto
nada
(...)
hay algo mal en mí
además de la
melancolía

jueves, 22 de noviembre de 2012

Un hombre pasa con un pan al hombro, César Vallejo.

Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yo sin dar un grito?

domingo, 18 de noviembre de 2012

Otra estación, Arturo Carrera.

Estábamos en esas resonancias
que expresa cada paraje en cada uno;

estábamos en el silencio que astilla
el grito del pájaro.

Pero ¿cómo? ¿Cómo
se llama? ¿Qué cantó cuando sin querer
nos distrajimos?

lunes, 12 de noviembre de 2012

ii, Luis Alberto Spinetta.

   enumeramos ahora ciertas cosas:
   cuerpo, cielo, palabra y acto

   cuerpo es el sinfín  donde experimentamos cada
sensación por separado como granos de arena y cada
sensación en su totalidad, como arena

   cielo es el punto al que nuestra vista identifica
más velozmente, por cubrirlo todo

   palabra es la cara de la voz y es el sitio intermedio
entre el cuerpo y el cielo

   acto fue el de los hombres que al verse atrapados
en el paraíso intentaron escapar del cielo

jueves, 8 de noviembre de 2012

Es cierto, Michel Houellebecq.

Es cierto que este mundo en que nos falta el aire
Sólo inspira en nosotros un asco manifiesto,
Un deseo de huir sin esperar ya nada,
Y no leemos más los títulos del diario.

Queremos regresar a la antigua morada
Donde el ala de un ángel cubría a nuestros padres,
Queremos recobrar esa moral extraña
Que hasta el postrer instante santifica la vida.

Queremos algo como una fidelidad,
Como una imbricación de dulces dependencias,
Algo que sobrepase la vida y la contenga;
No podemos vivir ya sin la eternidad.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Para hacer el retrato de un pájaro, Jacques Prévert.

A Elsa Henríquez

Pintar primero una jaula
con la puerta abierta
pintar después 
algo gracioso
algo simple
algo hermoso
algo útil
para el pájaro
apoyar después la tela contra un árbol
en un jardín
en un montecillo
o en un bosque
esconderse tras el árbol
sin decir palabra
sin moverse...
A veces el pájaro aparece al instante
pero puede tardar años
antes de decidirse
No desalentarse
esperar
esperar si es necesario durante años
la prontitud o la demora en la llegada del pájaro
no guarda relación
con la calidad del cuadro
Cuando el pájaro aparece
si aparece
observar el más profundo silencio
aguardar a que el pájaro entre en la jaula
y una vez que haya entrado
cerrar suavemente la puerta con el pincel
después
borrar de uno en uno todos los barrotes
con cuidado de no rozar siquiera las plumas del pájaro
Reproducir después el árbol
cuya más bella rama se reservará
para el pájaro
pintar también el verde follaje y la frescura del viento
el polvillo del sol
y el zumbido de los bichos de la hierba 
en el calor del verano
y después esperar que el pájaro se decida a cantar
Si el pájaro no canta
mala señal
señal de que el cuadro es malo
pero si canta es buena señal
señal de que podéis firmar
Entonces arrancadle suavemente
una pluma al pájaro
y poned vuestro nombre en un ángulo del cuadro.

martes, 23 de octubre de 2012

Sin llaves y a oscuras, Fabián Casas.

Era uno de esos días en que todo sale bien.
Había limpiado la casa y escrito
dos o tres poemas que me gustaban.
No pedía más.

Entonces salí al pasillo para tirar la basura
y detrás de mí, por una correntada,
la puerta se cerró.
Quedé sin llaves y a oscuras
sintiendo las voces de mis vecinos
a través de sus puertas.
Es transitorio, me dije;
pero así también podría ser la muerte:
un pasillo oscuro,
una puerta cerrada con la llave adentro
la basura en la mano.

sábado, 20 de octubre de 2012

Espejo, Octavio Paz.

Hay una noche,
un tiempo hueco, sin testigos,
una noche de uñas y silencio,
páramo sin orillas,
isla de yelo entre los días;
una noche sin nadie
sino su soledad multiplicada.

Se regresa de unos labios
nocturnos, fluviales,
lentas orillas de coral y savia,
de un deseo, erguido
como la flor bajo la lluvia, insomne
collar de fuego al cuello de la noche,
o se regresa de uno mismo a uno mismo,
y entre espejos impávidos un rostro
me repite a mi rostro, un rostro
que enmascara a mi rostro.

Frente a los juegos fatuos del espejo
mi ser es pira y es ceniza,
respira y es ceniza,
y ardo y me quemo y resplandezco y miento
un yo que empuña, muerto,
una daga de humo que le finge
la evidencia de sangre de la herida,
y un yo, mi yo penúltimo,
que sólo pide olvido, sombra, nada,
final mentira que lo enciende y quema.

De una máscara a otra
hay siempre un yo penúltimo que pide.
Y me hundo en mí mismo y no me toco.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Los perros románticos, Roberto Bolaño.

En aquel tiempo yo tenía veinte años
y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.
Y si tenía ese sueño
lo demás no importaba.
Ni trabajar ni rezar
ni estudiar en la madrugada
junto a los perros románticos.
Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.
Una habitación de madera,
en penumbras,
en uno de los pulmones del trópico.
Y a veces me volvía dentro de mí
y visitaba el sueño: estatua eternizada
en pensamientos líquidos,
un gusano blanco retorciéndose
en el amor.
Un amor desbocado.
Un sueño dentro de otro sueño.
Y la pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto
y olvidarás.
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
Estoy aquí, dije, con los perros románticos
y aquí me voy a quedar.

viernes, 12 de octubre de 2012

VI, César Vallejo.

El traje que vestí mañana
no lo ha lavado mi lavandera:
lo lavaba en sus venas otilinas,
en el chorro de su corazón, y hoy no he
de preguntarme si yo dejaba
el traje turbio de injusticia.

A hora que no hay quien vaya a las aguas,
en mis falsillas encañona
el lienzo para emplumar, y todas las cosas
del velador de tanto qué será de mí,
todas no están mías
a mi lado.
                Quedaron de su propiedad,
fratesadas, selladas con su trigueña bondad.

Y si supiera si ha de volver;
y si supiera qué mañana entrará
a entregarme las ropas lavadas, mi aquella
lavandera del alma. Que mañana entrará
satisfecha, capulí de obrería, dichosa
de probar que sí sabe, que sí puede
                                    ¡CÓMO NO VA A PODER!
azular y planchar todos los caos.

domingo, 7 de octubre de 2012

A propósito de la palabra Dios, Mario Trejo.

Decirla
Nombrarla
Pedirle
Temerle
Mirarla
Tocarla
Negarla
Gritarla

Creo en todo este caos
Creo en toda esta locura
Crímenes y torturas
Que un día terminarán

Creo en tanta injusticia
Y en la ley de la selva
Vivir es una guerra
Que un día terminará

Yo creo sin embargo
Que en medio del incendio
Cuando todo está ardiendo
Algo hay

Belleza de los locos
Crepúsculos en llamas
Infancia destrozada
Algo hay

Laberintos rabiosos
Espejos sin salida
Amor enceguecido
Algo hay

Ruleta de esperanzas
Recuerdos como flechas
Domingo interminable
Algo hay

Besar por vez primera
Luchar contra el olvido
Inútiles reencuentros
Algo hay

Balazos en la boca
El sol negro de pena
Elegir el olvido
Algo hay

Locura del planeta
Razón del universo
Que ignora el bien y el mal

Tambores en la noche
Repiten la palabra
Obsesa como el mar

Saber que no hay respuesta
Y decir sin embargo
Algo hay Algo hay

martes, 25 de septiembre de 2012

LII Cielo nublado, Charles Baudelaire.

Tu mirar se diría que en un vapor se pierde;
tu mirar misterioso-¿es azul, gris o verde?-,
alternativamente tierno, cruel, soñador,
refleja la indolencia del cielo y su color.

Recuerdas esos días blancos, tibios, velados,
que hacen fundirse en lágrimas los pechos hechizados,
cuando los nervios, víctimas del mal que los agita,
muy despiertos, se burlan del alma que dormita.

Te asemejas a veces a esas tierras hermosas
que iluminan los soles de estaciones brumosas
-¡y cómo resplandeces, oh paisaje mojado
que los rayos inflaman de un cielo encapotado!

¡Oh mujer peligrosa! ¡Oh climas seductores!
¿Adoraré tu nieve como vuestros rigores,
y podré conseguir del invierno fatal,
placeres más agudos que el hielo y el puñal?

lunes, 17 de septiembre de 2012

8, Oliverio Girondo.

Yo no tengo una personalidad: yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades.
En mi, Ia personalidad es una especie de forunculosis anímica en estado crónico de erupción: no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad.
Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W. C.
¡lmposible lograr un momento de tregua, de descanso! ¡lmposible saber cuál es la verdadera!
Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad mas absoluta con todas ellas, no me convenzo de que me pertenezcan.
¿Qué clase de contacto pueden tener conmigo —me pregunto— todas estas personalidades inconfesables, que harían ruborizar a un carnicero? ¿Habré de permitir que se me identifique, por ejemplo, con este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarse, o con este cretinoide cuya sonrisa es capaz de congelar una locomotora?
El hecho de que se hospeden en mi cuerpo es suficiente, sin embargo, para enfermarse de indignación. Ya que no puedo ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los repliegues más profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia… de un egoísmo… de una falta de tacto.
Hasta las personalidades más insignificantes se dan unos aires de transatlántico. Todas, sin ninguna clase de excepción, se consideran con derecho a manifestar un desprecio olímpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de toda especie, discusiones que no terminan nunca. En vez de contemporizar, ya que tienen que vivir juntas, ipues no señor!, cada una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las opiniones y los gustos de las demás. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace reír a carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponiéndome un paseíto al cementerio. Ni bien aquella desea que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, esta se empeña en demostrarme las ventajas de la abstinencia, y mientras una abusa de la noche y no me deja dormir hasta la madrugada, la otra me despierta con el amanecer y exige que me levante junto con las gallinas.
Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Test, Nicanor Parra.

Qué es un antipoeta:
un comerciante en urnas y ataúdes?
un sacerdote que no cree en nada?
un general que duda de sí mismo?
un vagabundo que se ríe de todo
hasta de la vejez y de la muerte?
un interlocutor de mal carácter?
un bailarín al borde del abismo?
un narciso que ama a todo el mundo?
un bromista sangriento
deliberadamente miserable?
un poeta que duerme en una silla?
un alquimista de los tiempos modernos?
un revolucionario de bolsillo?
un pequeño burgués?
un charlatán?

un dios?

un inocente?

un aldeano de Santiago de Chile?
Subraye la frase que considere correcta.

Qué es la antipoesía:
un temporal en una taza de té?
una mancha de nieve en una roca?
un azafate lleno de excrementos humanos
como lo cree el padre Salvatierra?
unespejo que dice la verdad?
un bofetón al rostro
del Presidente de la Sociedad de Escritores?
(Dios lo tenga en su santo reino)
una advertencia a los poetas jóvenes?
un ataúd a chorro?
un ataúd a fuerza centrífuga?
un ataúd a gas de parafina?
una capilla ardiente sin difunto?

Marque con una cruz
la definición que considere correcta.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Solo con todo el mundo, Charles Bukowski.

la carne cubre el hueso
y ponen una mente ahí
y a veces un alma,
y las mujeres rompen
floreros contra las paredes y
los hombres toman demasiado
nadie encuentra a quien busca
pero siguen
trepando y bajando
de las camas.
la carne cubre
el hueso y la
carne busca
más que
carne.

no hay elección:
estamos atrapados por

un destino singular.

nadie nunca encuentra
a quien busca.

los basureros de la ciudad se llenan
las plazas de los drogones se llenan
los manicomios se llenan
los hospitales se llenan
los cementerios se llenan

ninguna otra cosa
se llena.

martes, 4 de septiembre de 2012

Se acabó la poesía, Mario Trejo.

Desnuda está la página
Yo la miro y me acerco
Y a cada paso pienso
Se acabó la poesía

Ay qué distancia enorme
De la voz a las cosas
La que va de una boca
A un perro que se vuelve
A un adiós que nos toca

Salvar en las palabras
Lo perdido en la rosa
Correr todos los riesgos
Desastres y victorias
Locos y lenguaraces
Lenguas que me enamoran.

Elijo este castillo
Palabras como manos
Para tocar las nalgas
Y acomodar la silla

Raramente saldré
Y sólo por leones
Me digo que soy libre
Digo tigres de Africa

Llamar y ser llamado
El resto poco importa
Los labios de esta herida
Habrán de hacer las paces

domingo, 26 de agosto de 2012

Canción de Gautama, Julio Cortázar.

“What is identity, and what is difference?
                                           NAGARJUNA

Cada pétalo de la flor
y cada copo de la nieve
giran la rueda de la muerte:
el uno cesa, nace el dos.

El tajo de la cimitarra
que corta el vuelo del cendal
separa en toda realidad
lo que perdura y lo que pasa,

como los ojos y las bocas
al distinguir ya están hilando
su reino de perfiles vanos,
sus parques de fingidas rosas.

Toda caricia es el espejo
que nos propone a tanta imagen,
toda pregunta es el pasaje
de la palabra a otro secreto.

Amor, al final melancolía
de parques y terrazas, música
que sólo crece en la renuncia
al beso del sutil flautista.

¿Por qué ceder a tanta réplica,
a tanta estatua de sí mismo,
si en el resumen del camino
lo que se pierde es lo que queda?

El hombre que medita al pie
de un árbol que será su signo
sabe que al paso del mendigo
contiene ya el paso del rey,

y que de tan claro despojo
donde se va anulando el mundo
nace el delirio de ser uno
en plena danza de ser otro.

Por eso, acaso, está la flor
negando al sol en su hermosura,
como en el carro de la luna
el albo auriga niega a Dios.

Por eso acaso la palabra
es el espejo del Espejo,
y el hombre, ese divino sueño,
sube cayendo hacia la nada.

viernes, 17 de agosto de 2012

Hongos, Sylvia Plath.

De noche, muy
blancos, discretos,
muy silenciosos

nuestros pies, nuestras
narices captan
la tierra, el aire.

Nadie nos ve,
para, traiciona;
los granos abren

paso, los puños
púas apartan
y hojas tupidas,

incluso alfombras.
Mallos, arrietes,
sordos y ciegos,

del todo mudos,
agrandan grietas,
sondean huecos.

De agua vivimos,
de migas de aire,
suaves pedimos:

o todo o nada.
¡Somos tantísimos!
¡Somos tantísimos!

Somos estantes,
mesas, muy dóciles
y comestibles,

entrometidos
involuntarios.
Somos fecundos:

mañana el mundo
será ya nuestro:
ya os avisamos.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Edipo y el enigma, Jorge Luis Borges.

Cuadrúpedo en la aurora, alto en el día
y con tres pies errando por el vano
ámbito de la tarde, así veía
la eterna esfinge a su inconstante hermano,


el hombre, y con la tarde un hombre vino
que descifró aterrado en el espejo
de la monstruosa imagen, el reflejo
de su declinación y su destino.

Somos Edipo y de un eterno modo
la larga y triple bestia somos, todo
lo que seremos y lo que hemos sido.

Nos aniquilaría ver la ingente
forma de nuestro ser; piadosamente
Dios nos depara sucesión y olvido.

domingo, 12 de agosto de 2012

Fronteras inútiles, Alejandra Pizarnik.

un lugar
no digo un espacio
hablo de
qué

hablo de lo que no es
hablo de lo que conozco


no el tiempo
sólo todos los instantes
no el amor
no

no

un lugar de ausencia
un hilo de miserable unión.

sábado, 4 de agosto de 2012

Esa es tu pena..., Olga Orozco.

Esa es tu pena.
Tiene la forma de un cristal de nieve que no podría existir si no existieras
y el perfume del viento que acarició el plumaje de los amaneceres que no vuelven.
Colócala a la altura de tus ojos
y mira cómo irradia con un fulgor azul de fondo de leyenda,
o rojizo, como vitral de insomnio ensangrentado por el adiós de los amantes,
o dorado, semejante a un letárgico brebaje que sorbieron los ángeles.
Si observas al trasluz verás pasar el mundo rodando en una lágrima.
Al respirar exhala la preciosa nostalgia que te envuelve,
un vaho entretejido de perdón y lamentos que te convierte en reina del reverso del cielo.
Cuando la soplas crece como si devorara la íntima sustancia de una llama
y se retrae como ciertas flores si la roza cualquier sombra extranjera.
No la dejes caer ni la sometas al hambre y al veneno;
sólo conseguirías la multiplicación, un erial, la bastarda maleza en vez de olvido.
Porque tu pena es única, indeleble y tiñe de imposible cuanto miras.
No hallarás otra igual, aunque te internes bajo un sol cruel entre columnas rotas,
aunque te asuma el mármol a las puertas de un nuevo paraíso prometido.
No permitas entonces que a solas la disuelva la costumbre, no la gastes con nadie.
Apriétala contra tu corazón igual que a una reliquia salvada del naufragio:
sepúltala en tu pecho hasta el final, hasta la empuñadura.

domingo, 29 de julio de 2012

Subterranean Homesick Blues (Blues de la añoranza subterránea), Bob Dylan.

Johnny está en el sótano
Cortando la medicina
Yo estoy en el suelo
Pensando en el gobierno
El hombre de la gabardina
La insignia fuera y cesante
Dice que tiene mucha tos
Quiere que lo indemnicen
Cuidado, chico
Es algo que hiciste
Dios sabe cuándo
Pero lo vuelves a hacer
Más vale que te largues por el callejón
Y te busques a otro amigo
El tipo con gorro de mapache
Que está en el corralón
Quiere once billetes de dólar
Y sólo tienes diez

Maggie viene en dos patadas
La cara llena de hollín
Dice que la pasma ha plantado
Pruebas en la cama, pero
Da igual, el teléfono está pinchado
Según Maggie muchos dicen
Que habrá redadas en mayo
Ordenes del fiscal
Cuidado, chico
No importa qué hayas hecho
Ándate con pies de plomo
No pruebes estimulantes
Aléjate de quienes
Van con mangueras de incendios
No te metas en líos
Ojo con la secreta
No necesitas al hombre del tiempo
Para saber de dónde sopla el viento

Ponte mal, ponte bien
Quédate junto al tintero
Es el timbre, yo no sé
Si algo se va a vender
Ponle ganas, ponte trabas
Vuelve atrás, escribe en braille
Ve a la cárcel, escapa bajo fianza
Enrólate si te pillan
Cuidado, chico
Te van a dar
Ventajistas y tramposos
Seis veces perdedores
Andan por los teatros
Una chica junto al remolino
Está buscando a otro necio
No sigas a los cabecillas
Vigila los parquímetros

Ven al mundo, abrígate
Calzones, idilio, aprende a bailar
Vístete, que te bendigan
Intenta ser un éxito
Complácela, complácelo, compra regalos
No robes, no hurtes
Veinte años de escuela
Para acabar en el turno de día
Cuidado, chico
Todo lo esconden
Mejor saltar a la alcantarilla
Y encenderte una vela
No lleves sandalias
Evita los escándalos
No seas un vagabundo
Mejor mastica chicle
El surtidor no funciona
Unos vándalos se llevaron las manijas

lunes, 23 de julio de 2012

La sombra de mi alma..., Federico García Lorca.

La sombra de mi alma
huye por un ocaso de alfabetos,
niebla de libros
y palabras.

¡La sombra de mi alma!

He llegado a la línea donde cesa
la nostalgia,
y la gota de llanto se transforma
alabastro de espíritu.

¡La sombra de mi alma!

El copo del dolor
se acaba,
pero queda la razón y la sustancia
de mi viejo mediodía de labios,
de mi viejo mediodía
de miradas.

Un turbio laberinto
de estrellas ahumadas
enreda mi ilusión
casi marchita.

¡La sombra de mi alma!

Y una alucinación
me ordeña las miradas.
Veo la palabra amor
desmoronada.

¡Ruiseñor mío!
¡Ruiseñor!
¿Aún cantas?

jueves, 19 de julio de 2012

Deja la puerta abierta, Francisco Ruiz Udiel.


                                                       A Claribel Alegría
Deja la puerta abierta.
Que tus palabras entren
como un arco tejido por cipreses,
un poco más livianos
que la ineludible vida.
Lejos está el puerto
donde los barcos de ébano
reposan con tristeza.
Poco me importa llegar a ellos,
pues largo es el abrazo con la noche
y corta la esperanza con la tierra.
Donde quiera que vaya
el mar me arroja a cualquier parte,
otro amanecer donde la imaginación
ya no puede convertir el lodo
en vasijas para almacenar recuerdos.
Me canso, de despertar,
la luz me hiere cuando ver no quiero,
el viaje a Ítaca nada me ofrece.
Si hubiera al menos un poco de vino
para embriagar los días que nos quedan
          embriagar los días que nos quedan
                                         que nos quedan.

sábado, 14 de julio de 2012

Estas cosas, Ricardo Molinari.

No sé, pero quizás me esté yendo de algo, de todo,
de la mañana, del olor frío de los árboles o del íntimo sabor
de mi mano.
Pero estas llamas y la lluvia bajan por la tarde del día elevadas,
con su trabajo cruel y afanoso, con el terror de la primavera
y el tiempo y la noche vanamente disueltos en su impaciencia.

Yo sé que estoy mirando, extendido, sin atender
lo que el polvo y el abandono ocultan de mi cuerpo y de mi lengua.
Una palabra, aquella sonriente y terrible de ternura,
oscurecida por la razón y el mágico envenenamiento de la nostalgia;
sedentaria huye por un campamento, llamada y perseguida permanente,
sin alguna vez, devuelta entera y desentendida
al seno ardiente de la noche, al ser mayor e indestructible de la atmósfera.
Nada queda después de la muerte definido y elevado, ni la imagen voluntariosa
sobre los pastos crecidos y ondulantes, ni el pie
atropellado que dispara de su quemada historia intacta.

Sin clamor el rostro siente el húmedo temporal, el albergue perecedero
y la flor abierta en el vacío,
sin volver los ojos, va en su rapidez disuelto
y extrañísimo.
Soy el ido, el variante del cielo,
de la calle muerta en las nubes,
su entretenimiento como un pájaro.

¡Amor, amor! una brizna del sentido,
tal vez un día donde mis labios bebieron la sangre
y todas estas nieblas azotadas e irremediables, perdidas.
Decidido, toma, ¡oh noche!, mis secos ramos y llénalos de rocío brillante
y pesado, igual al de las hojas del orgulloso y reclinado invierno.

martes, 10 de julio de 2012

Yo no sé nada, Oliverio Girondo.

Yo no sé nada
Tú no sabes nada
Ud. no sabe nada
El no sabe nada
Ellos no saben nada
Ellas no saben nada
Uds. no saben nada
Nosotros no sabemos nada
La desorientación de mi generación tiene su expli-
cación en la dirección de nuestra educación,cuya
idealización de la acción, era - ¡sin discusión!-
una mistificación, en contradicción
con nuestra propensión a la me-
ditación, a la contemplación y
a la masturbación. (Gutural,
lo más guturalmente que
se pueda.) Creo que
creo en lo que creo
que no creo. Y creo
que no creo en lo
que creo que creo
«C a n t a r d e l a s r a n as»
¡Y     ¡Y      ¿A       ¿A     ¡Y       ¡Y
  su     ba       llí        llá      su       ba
   bo       jo          es           es        bo         jo
   las      las          tá?            tá?       las        las
     es        es          ¡A                 ¡A           es          es
      ca       ca            quí                    cá            ca          ca
       le        le            no                          no             le           le
         ras      ras          es                              es             ras        ras
         arri     aba         tá                                   tá            arri        aba
         ba!...    jo!...       !...                                       !...            ba!...     jo!...

lunes, 2 de julio de 2012

Ley del poema, Julio Cortázar.

Amargo precio del poema,
las nueve sílabas del verso;
una de más o una de menos
lo alzan al aire o lo condenan.


Somos el ajedrez de un río,
el naipe siempre entre dos lumbres;
caen las caras y las cruces
a cada curva del camino.


Cae en el verso la palabra,
en el recuerdo llueve el llanto,
cae la noche, cae el pájaro,
todo es caída amortiguada.


¡Oh libertad de no ser libre,
golpe de dados que desata
la sigilosa telaraña
de encrucijadas y deslindes!


Como tu boca a la manzana,
como mis manos a tus senos,
irá la mariposa al fuego
para danzar su última danza.

jueves, 28 de junio de 2012

18. Con estrépitos de músicas vengo..., Walt Whitman.

18. Con estrépitos de músicas vengo,
con cornetas y tambores.
Mis marchas no suenan solo para los victoriosos,
sino para los derrotados y los muertos también.
Todos dicen: es glorioso ganar una batalla.
Pues yo digo que es tan glorioso perderla.
¡Las batallas se pierden con el mismo espíritu que se ganan!
¡Hurra por los muertos!
Dejadme soplar en las trompas, recio y alegre, por ellos.
¡Hurra por los que cayeron,
por los barcos que se hundieron el la mar,
y por los que perecieron ahogados!
¡Hurra por los generales que perdieron el combate y por todos los héroes
            vencidos!
Los infinitos héroes desconocidos valen tanto como los héroes mas
            grandes de la Historia.

miércoles, 20 de junio de 2012

Solo, Edgar Allan Poe.

Desde el tiempo de mi infancia
no he sido como otros eran,
no he visto lo que otros veían,
no pude tener las pasiones
de una simple primavera.
No he tomado mi pena
de la misma fuente. No pude
despertar mi corazón 
al gozo con el mismo tono.
Y todo lo que amé, lo amaba solo.
En mi niñez, en el alba
de la vida más tormentosa,
surgió de la profundidad del bien y el mal
el misterio que me ata todavía:
desde el torrente o la fuente,
desde la roca roja de la montaña,
desde el sol que gira entorno
en su otoño teñido de oro,
desde el rayo del cielo
que volaba junto a mí,
desde el trueno y la tormenta,
y la nube que tomó la forma
(mientras el cielo seguía azul)
de un demonio ante mis ojos.

sábado, 16 de junio de 2012

Sucio, mal vestido, Roberto Bolaño.

En el camino de los perros mi alma encontró
a mi corazón. Destrozado, pero vivo,
sucio, mal vestido y lleno de amor.
En el camino de los perros, allí donde no quiere ir nadie.
Un camino que sólo recorren los poetas
cuando ya no les queda nada por hacer.
¡Pero yo tenía tantas cosas que hacer todavía!
Y sin embargo allí estaba: haciéndome matar
por las hormigas rojas y también
por las hormigas negras, recorriendo las aldeas
vacías: el espanto que se elevaba
hasta tocar las estrellas.
Un chileno educado en México lo puede soportar todo,
pensaba, pero no era verdad.
Por las noches mi corazón lloraba. El río del ser, decían
unos labios afiebrados que luego descubrí eran los míos,
el río del ser, el río del ser, el éxtasis
que se pliega en la ribera de estas aldeas abandonadas.
Sumulistas y teólogos, adivinadores
y salteadores de caminos emergieron
como realidades acuáticas en medio de una realidad metálica.
Sólo la fiebre y la poesía provocan visiones.
Sólo el amor y la memoria.
No estos caminos ni estas llanuras.
No estos laberintos.
Hasta que por fin mi alma encontró a mi corazón.
Estaba enfermo, es cierto, pero estaba vivo.

martes, 12 de junio de 2012

En mi oficio o mi arte sombrío..., Dylan Thomas.

En mi oficio o mi arte sombrío
ejercido en la noche silenciosa
cuando sólo la luna se enfurece
y los amantes yacen en el lecho
con todas sus tristezas en los brazos,
junto a la luz que canta yo trabajo
no por ambición ni por el pan
ni por ostentación ni por el tráfico de encantos
en escenarios de marfil,
sino por ese mínimo salario
de sus más escondidos corazones.

No para el hombre altivo
que se aparta de la luna colérica
escribo yo estas páginas de efímeras espumas,
ni para los muertos encumbrados
entre sus salmos y ruiseñores,
sino para los amantes, para sus brazos
que rodean las penas de los siglos,
que no pagan con salarios ni elogios
y no hacen caso alguno de mi oficio o mi arte.

domingo, 10 de junio de 2012

Cabalgata del tiempo, Olga Orozco.

Inútil. Habrá de ser inútil, nuevamente,
suspender de la noche, sobre densas corrientes de follaje,
la imagen demorada de un porvenir que alienta en la memoria;
penetrar en el ocio de los días que fueron dibujando con terror y paciencia
la misma alucinada realidad que hoy contemplo,
ya casi en la mirada;
repetir todavía con una voz que siento pesar entre mis manos:
-Alguna vez estuve, quizás regrese aún, a orillas de la paz,
como una flor que mira correr su bello tiempo junto al brazo de un río.

Todo ha de ser en vano.
Manadas de caballos ascenderán bravías las pendientes de su infierno natal
y escucharé su paso acompasado, su trote, su galope salvaje,
atravesando siglos y siglos de penumbra,
de sumisas distancias que irremediablemente los conducen aquí.

Tal vez sería dulce reconquistar ahora una música antigua,
profunda y persistente como el eco de un grito entre los sueños,
sumirse bajo el verde sopor de las llanuras
o morir con la lluvia, tristemente,
entre ramos llorosos que sombrearan viejísimas paredes.

Imposible. Sólo un fragor inmenso de ruinas sobre ruinas.
Es el desesperado retornar de los tiempos que no fueron cumplidos
ni en gloria de la vida ni en verdad de la muerte.
Es la amarga plegaria que levantan los ángeles rebeldes
llamando a cada sitio donde pueda morar su dios irrecobrable.
Es el tropel continuo de sus lucientes potros enlutados
que asoman a las puertas de la noche la llamarada enorme de sus greñas,
que apagan con mortajas de vapor y de polvo toda muda tiniebla,
agitando sus colas como lacios crespones entre la tempestad.
La sangre arrepentida, sus heroicas desdichas.

Y nada queda en ti, corazón asediado:
apenas si un color, si un brillo mortecino,
si el sagrado mensaje que dejara la tierra entre tus muros,
se pierden, a lo lejos,
bajo un mismo compás idéntico y glorioso como la eternidad.

viernes, 8 de junio de 2012

El tigre, William Blake.

Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?

¿En qué profundidades distantes,
en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano osó tomar ese fuego?

¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?

¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque?
¿Qué tremendas garras osaron
sus mortales terrores dominar?

Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?

Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?

domingo, 3 de junio de 2012

Infancia, Rainer Maria Rilke.

Sería bueno meditar mucho, para
expresar algo de lo así perdido,
de aquellas largas tardes de la infancia
que así nunca volvieron... ¿y por qué?

Aún nos acordamos... quizás en una lluvia,
pero ya no sabemos lo que eso significa;
nunca más estuvo la vida tan llena
de encuentros, de volverse a ver, de seguir avanzando

como entonces, cuando no nos sucedía más
que lo que sucede a una cosa y a un animal:
vivíamos entonces lo suyo como humano
y nos llenábamos hasta el borde de figuras.

Y nos hicimos tan solitarios como un pastor,
y tan sobrecargados de grandes lejanías,
y como desde lejos tocados y elegidos,
y lentamente, como un largo hilo nuevo,
insertados en aquellas series de imágenes
en que ahora nos desconcierta persistir.

miércoles, 30 de mayo de 2012

El jardín de las delicias, Olga Orozco.

  ¿Acaso es nada más que una zona de abismos y volcanes en plena ebullición, predestinada a ciegas para las ceremonias de la especie en esta inexplicable travesía hacia abajo? ¿O tal vez un atajo, una emboscada oscura donde el demonio aspira la inocencia y sella a sangre y fuego su condena en la estirpe del alma?¿ O tan sólo quizás una región marcada como un cruce de encuentro y desencuentro entre dos cuerpos sumisos como soles? No. Ni vivero de la Perpetuación, ni fragua del pecado original, ni trampa del instinto, por más que un solo viento exasperado propague a la vez el humo, la combustión y la ceniza. Ni siquiera un lugar, aunque se precipite el firmamento y haya un cielo que huye, innumerable, como todo instantáneo paraíso. 
  A solas, sólo un número insensato, un pliegue en las membranas de la ausencia, un relámpago sepultado en un jardín.
  Pero basta el deseo, el sobresalto del amor, la sirena del viaje, y entonces es más bien un nudo tenso en torno al haz de todos los sentidos y sus múltiples ramas ramificadas hasta el árbol de la primera tentación, hasta el jardín de las delicias y sus secretas ciencias de extravío que se expanden de pronto de la cabeza hasta los pies igual que una sonrisa, lo mismo que una red de ansiosos filamentos arrancados al rayo, la corriente erizada reptando en busca del exterminio o la salida, escurriéndose adentro, arrastrada por esos sortilegios que son como tentáculos de mar y arrebatan con vértigo indecible hasta el fondo del tacto, hasta el centro sin fin que se desfonda cayendo hacia lo alto, mientras pasa y traspasa esa orgánica noche interrogante de crestas y de hocicos y bocinas, con jadeo de bestia fugitiva, con su flanco azuzado por el látigo del horizonte inalcanzable, con sus ojos abiertos al misterio de la doble tiniebla, derribando con cada sacudida la nebulosa maquinaria del planeta, poniendo en suspensión corolas como labios, esferas como frutos palpitantes, burbujas donde late la espuma de otro mundo, constelaciones extraídas vivas de su prado natal, un éxodo de galaxias semejantes a plumas girando locamente en el gran aluvión, en ese torbellino atronador que ya se precipita por el embudo de la muerte con todo el universo en expansión, con todo el universo en contracción para el parto del cielo, y hace estallar de pronto la redoma y dispersa en la sangre la creación. 
                               El sexo, sí, 
                               más bien una medida:
                               la mitad del deseo, que es apenas la mitad del amor.



domingo, 27 de mayo de 2012

Mientras bebo, solo, a la luz de la luna, Li Po.

Un vaso de vino entre las flores:
bebo solo, sin amigo que me acompañe.
Levanto el vaso e invito a la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.
Pero la luna no acostumbra beber vino,
y mi perezosa sombra sólo sabe seguirme.
Festejemos, con mi amiga luna y mi sombra esclava,
mientras aún es primavera.
En las canciones que entono vibran rayos lunares;
en la danza que ensayo mi sombra se aferra y deshace.
Los tres juntos, antes de beber, holgábamos;
ahora, ebrios, cada cual va por su lado.
¡Regocijémonos muchas horas todavía,
en nuestro extraño festín inanimado,
para encontrarnos al fin en el Río de las Nubes!

viernes, 25 de mayo de 2012

Árbol de Diana 36, Alejandra Pizarnik.

                              en la jaula del tiempo
                              la dormida mira sus ojos solos

                              el viento le trae
                              la tenue respuesta de las hojas

A Alain Glass

miércoles, 23 de mayo de 2012

El crepúsculo, de amatista..., James Joyce.

El crepúsculo, de amatista, se torna
Azul más y más intenso,
El farol llena de un tenue fulgor verde
Los árboles de la avenida.

El viejo piano interpreta una melodía
Serena y lenta y jovial;
Ella se encorva sobre las teclas amarillentas,
E inclina así su cabeza.

Tímidos pensamientos, ojos serios y abiertos
Y manos que vagan mientras escuchan...
El crepúsculo se torna azul aún más oscuro
Con reflejos de amatista.

domingo, 20 de mayo de 2012

Mateo, XXV, 30, Jorge Luis Borges.

El primer puente de Constitución y a mis pies
fragor de trenes que tejían laberintos de hierro.
Humo y silbatos escalaban la noche,
que de golpe fue el Juicio Universal. Desde el invisible horizonte
y desde el centro de mi ser, una voz infinita
dijo estas cosas (estas cosas, no estas palabras,
que son mi pobre traducción temporal de una sola palabra):
-Estrellas, pan, bibliotecas orientales y occidentales,
naipes, tableros de ajedrez, galerías, claraboyas y sótanos,
un cuerpo humano para andar por la tierra,
uñas que crecen en la noche, en la muerte,
sombra que olvida, atareados espejos que multiplican,
declives de música, la más dócil de las formas del tiempo,
fronteras de Brasil y del Uruguay, caballos y mañanas,
una pesa de bronce y un ejemplar de la Saga de Grettir,
álgebra y fuego, la carga de Junín en tu sangre,
días más populosos que Balzac, el olor de la madreselva,
amor y víspera de amor y recuerdos intolerables,
el sueño como un tesoro enterrado, el dadivoso azar
y la memoria, que el hombre no mira sin vértigo,
todo eso fue dado, y también
el antiguo alimento de los héroes:
la falsía, la derrota, la humillación.
En vano te hemos prodigado el océano,
en vano el sol, que vieron los maravillosos ojos de Whitman;
has gastado los años y te han gastado,
y todavía no has escrito el poema.

miércoles, 16 de mayo de 2012

El pájaro, Octavio Paz.

Un silencio de aire, luz y cielo.
En el silencio transparente
el día reposaba:
la transparencia del espacio
era la transparencia del silencio.
La inmóvil luz del cielo sosegaba
el crecimiento de las yerbas.
Los bichos de la tierra, entre las piedras,
bajo la luz idéntica, eran piedras.
El tiempo en el minuto se saciaba.
En la quietud absorta
se consumaba el mediodía.

Y un pájaro cantó, delgada flecha.
Pecho de plata herido vibró el cielo,
se movieron las hojas,
las yerbas despertaron...
Y sentí que la muerte era una flecha
que no se sabe quién dispara
y en un abrir los ojos nos morimos.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Pájaro azul, Charles Bukowski.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?